Experiencia Somática
Los seres humanos estamos dotados de una consciencia desarrollada que nos permite discriminar y saber qué ocurre en nuestro interior cuando empleamos esa facultad. Podemos saber si entendemos o no algo que sabemos. La consciencia somática se refiere, entonces, a la capacidad del ser humano de centrar voluntariamente la atención sobre su proceso somático, se define «como una actitud de escucha hacia sí mismo, de atención interna, que se desarrolla a medida que el individuo participa activamente en la continua interacción entre los procesos orgánicos del cuerpo, el entorno y las intenciones; constituyéndose en un componente esencial de la formación de un sentido cohesivo del yo» Este tipo de consciencia más cercana a lo entendido por conocimiento se diferencia de la connotación de consciencia que usualmente se identifica con el estado de vigilia (estar despierto). La diferencia se puede apreciar en el siguiente ejemplo que cita Feldenkrais: «Puedo subir la escalera de mi casa, con plena consciencia de lo que lo estoy haciendo, y sin embargo ignorar cuántos escalones he subido. Para saber cuántos hay, debo subir por segunda vez, prestar atención, centrarme y contarlos». La importancia de poseer una consciencia somática lo más completa posible radica en que, más allá de ser una función efectiva de adaptación del soma al entorno, le permite al ser humano desarrollar su auténtico potencial. «A mayor rango de consciencia, mayor será el rango de autonomía y autorregulación, por lo que puede decirse que la consciencia somática es el instrumento de la libertad humana, la cual puede expandirse mediante el aprendizaje consciente de sí mismo»
El sistema médico convencional se enfrenta directamente al trauma reviviendo la experiencia traumática a través de revivir un relato que puede ser tan traumático como la experiencia misma. La técnica Experiencia Somática propone que al trauma no hay que enfrentarlo directamente, ya que si lo hacemos de una manera frontal, continuará afectándonos, y el miedo, nos invadirá. La solución para vencer al trauma, lo hallamos trabajando con su imagen, reflejada en nuestras respuestas instintivas, las cuales es posible utilizar con las sensaciones corporales como una guía capaz de revelar dónde experimentamos el trauma y para que nos dirijan a nuestros recursos instintivos.
Peter Levine, y su enfoque considera que todos tenemos una capacidad para curarnos a nosotros mismos mayor de la que sugiere el enfoque chamánico, porque en este enfoque el hechicero le pide al espíritu que regrese al cuerpo, en la Experiencia Somática, iniciarás tu propia curación al reintegrar partes fragmentadas o perdidas de tú yo esencial, para lo cual solo necesitarás un fuerte deseo de volver a recuperar tu integridad, ese deseo te servirá de ancla a través de la cual tu alma se reconectará con tu cuerpo. La curación tendrá lugar cuando elementos congelados de tu experiencia pasada, que han adoptado la forma de síntomas, sean liberados de las labores que sirven al trauma.